jueves, 27 de febrero de 2020

Viaje a Irlanda día 2

Día 2 - 23 de febrero - Dublín: ¿cómo es posible que aquí todos canten tan bien?

A las 08:30 nos llevaron a todos al punto de encuentro. Allí nos encontramos con Neil y George, que iban a ser nuestros guías en la capital, encantadores y tremendamente interesantes. Tras la hora y media de camino de rigor nos dejaron en los alrededores del Trinity College. Al ser domingo no pudimos entrar, pero pudimos verlo por fuera. 

Lo primero que hicimos fue conocer a la famosa Molly Malone. La canción que lleva su nombre es el himno no oficial de Irlanda. Conocimos también The Temple Bar, uno de los pubs más conocidos de Dublín, el puente Half Penny, la figura de Daniel O'Connell, una especie de Nelson Mandela del pueblo irlandés cuando este estaba bajo dominio británico, y The Spire, un controvertido nuevo monumento en el centro de la ciudad. Luego tuvimos tiempo libre para compras en Grafton Street, la calle principal, donde si algo nos llamó la atención fueron los músicos callejeros. Acabamos preguntándonos si había algo en el agua de la ciudad o algo, porque cómo si no podía explicarse que todo el mundo cantara tan bien. Juzgad por vosotros mismos. Una de las cantantes, por ejemplo, se graba en vídeo y tiene su canal de YouTube: Allie Sherlock, con solo 14 añitos. Nos quedamos todos extasiados escuchándola. 

Después de las compras, de vuelta al autobús y de vuelta a casa.


https://www.youtube.com/watch?v=q9Deeh9n-VI&feature=youtu.be


Viaje a Irlanda, Día 1

Día 1  - 22 de febrero - Comienza la aventura

El sábado 22 comenzó nuestro viaje. El avión salía a las 8 de la mañana, así que tuvimos que darnos un buen madrugón. Levantarnos alrededor de las 4 para estar en el aeropuerto a las 05:30. Mover a un grupo de 50 por todos los procesos necesarios para subir a un avión resultó cuando menos laborioso, y después de pasar por facturación, control de equipajes y control de pasaportes, llegamos justo a tiempo de la última llamada. Un poco más y nos quedamos en tierra. Pero bueno, finalmente, conseguimos embarcar y unas tres horas más tarde tocamos tierra a irlandesa.

Una vez en Dublín había un autobús esperándonos que nos llevó a nuestro destino, Athlone, en pleno centro de la isla, a una hora y media de la capital. Alrededor de la una de la tarde llegamos a destino y allí nos estaban esperando todas las familias que iban a alojarnos en sus casas. Los niños se repartieron por parejas con las familias que tenían asignadas y cada pareja pasó la tarde del sábado conociendo la casa, la familia y haciéndose a la nueva situación. Nos veríamos de nuevo a la mañana siguiente. Destino: Dublín.