Resumen del Viaje de inmersión a Ilfracombe (Reino Unido)

Bueno, pues ya pasó. Se ha pasado en un suspiro. Una semana de inmersión, en un suspiro. La aventura comenzó tal que así, en esta foto memorable en la que llamábamos la atención de todo el aeropuerto. No se nos pudo ocurrir una mejor idea para que todos supiéramos al instante dónde estaba nuestro grupo. Y además de estar perfectamente identificados, le alegrábamos el día a todo el que se nos cruzaba.

Cuarenta y cinco alumnos y tres monitores, rumbo al aeropuerto de Bristol y, desde allí, en autobuses de la escuela, a nuestro destino final, Ilfracombe, un pequeño pueblo del suroeste de Inglaterra, en el condado de Devon del Norte, superseguro, muy tranquilo en invierno y que se anima más en verano, con el buen tiempo, que llama a muchos turistas y le hace doblar o triplicar su población. 

Tras repartirnos a las distintas familias con las que nos alojaríamos y pasar la noche, llegó el primer día de clases. Clases por la mañana, y por la tarde, excursión por el Parque Natural de Exmoor, con árboles de aspecto fantasmagórico y cubiertos de musgo y vegetación, que parecía sacado de un cuento. El paseo, además, acabó en una playa rocosa de acantilados impresionantes.

En los ratos entre clase y clase, si hacía frío, nos quedábamos todos en la sala de estudiantes, muy acogedora, tenía incluso un piano con el que amenizar los descansos. O si hacía bueno, podíamos pedir raquetas y pelotas y jugar al tenis en el parque que había junto a la escuela.

Aunque bueno, lo que se dice bueno, un día con sol, solo nos hizo un día. Las excursiones se fueron sucediendo, con cielo plomizo, mucho frío, aunque eso sí, sin lluvia. Tan solo nos llovió el último día, en nuestro camino de vuelta. En la siguiente actividad al aire libre bordeamos toda la zona costera hasta subir a Hillsborough, un antiguo asentamiento de la Edad de Bronce, con unas vistas impresionantes del pueblo.

La excursión de día completo fue a la ciudad de Exeter, a unas dos horas de distancia. Pudimos ver su preciosa catedral y tuvimos tiempo para ir de compras.

El resto del tiempo libre lo pasaban los chavales con las familias, practicando el idioma. En ocasiones salían para echar un rato juntos y hacerse con chuches y provisiones en los supermercados del pueblo. Un pueblo que tenía lugares tan bonitos como el antiguo cementerio junto a la iglesia.

El faro en el puerto.

Y la atracción más espectacular de todas, la estatua llamada Verity, de 22 metros de altura, construida por Damien Hirst, sobre la que os invito a buscar en Internet, porque es impresionante por su originalidad y por su "lado crudo", por así decirlo, el de la "cruda verdad".

En resumen, un viaje estupendo, en el que los niños han disfrutado mucho, han practicado mucho, y en el que casi, casi hacemos pleno en cuanto a completa satisfacción de todas las partes. Os dejo aquí testimonios de algunos de los niños.

"Este viaje ha sido inolvidable y sin duda de los mejores de mi vida, he aprendido muchas cosas y he conocido a gente increíble. ¡Ojalá se repitiese más veces!" 

P. M.

"Bueno, yo lo he pasado muy bien, ha sido una experiencia que nunca olvidaré y que me ha servido para conocer gente, aprender inglés y muchas cosas más. ¡¡¡Gracias a todos!!!"

A. A.

"Para mí esta experiencia ha sido inolvidable, he aprendido mucho inglés, he conocido a muchísima gente y con la familia me lo he pasado muy bien. ¡¡La repetiría mil veces!!"

I. R.

"Esta semana me lo he pasado increíble, la familia lo mejor de todo y la experiencia inolvidable. La repetiría mil veces y con la misma gente"

J. B.

"Gracias a todos por esta experiencia, no habría sido lo mismo sin vosotros, he conocido a mucha gente más bonica que nada, repetiría la experiencia mil veces"

A. T.

Y una foto que podría servir de resumen de la experiencia. En realidad, es un falso amigo, "diversion" no significa "diversión", sino "desvío" en inglés, pero perfectamente podemos hacer como si no lo supiéramos, ;-)